INTRODUCCION
Este blog, por
definición está compuesto de palabras, y estas son limitadas. Lo que está
escrito tiene poco significado de por si, es mucho mas importante como se lee y
como resuena en cada uno, que las palabras en si. Las palabras aquí expuestas
son solo aproximativas, tienen la intención de provocar algo desencadenante de
un movimiento de comprensión de uno mismo mas allá de las palabras, mas allá
del pensamiento. Para ello me valgo de la invalorable compañia de Jiddu Krishnamurti, no necesariamente de su persona pero si de sus enseñanzas.
A lo largo de esta exposición
se repiten muchas veces las mismas palabras, se reiteran conceptos, pero lo que
no se repite es el hecho sobre el que se habla. Ese hecho es la vida, la cual
es siempre cambiante, diferente, vital. Las palabras nunca son el hecho que
describen.
Existe algo sagrado, algo que
no es del pensamiento (que no es comunicable): Es un HECHO. Un hecho es para
ser visto, y el ver no tiene lugar por medio de las palabras, está mas
allá de esas fronteras. El HECHO es algo indestructible, como lo es una
hipótesis en una teoría científica, es lo que es y no depende de ninguna
opinión o punto de vista.
En este caso hay dos hipótesis
o hechos fundamentales para ser vistos (no leídos o interpretados): a) el hecho
que no existe la seguridad (interna ni externa); b)el hecho que la opción (en
cualquiera de su formas) es conflicto, es division.
Estas no son conclusiones ni
cosas para sumar a los conocimientos ya adquiridos. No se trata de un nueva
idea o concepto. Esto lo tiene que ver cada uno por sigo mismo. Verlo con
absoluta claridad, de la misma forma en que ve la pantalla en que está impreso este
texto. Cuando usted ve la pantalla, no discute, simplemente la ve. Este ver con esa
claridad las dos hipótesis planteadas no resuelven nada de por si, simplemente
abren la puerta al conocimiento propio, que no tiene comienzo ni final, no es
del tiempo.
Este texto no tiene la
intención de instruir, ni informar. No se trata de una nueva forma de
filosofía, ni idea ni concepto teológico. Intenta ser una comunicación
verdadera, lo cual significa trabajar juntos usted y yo. Para observar en
comunión lo que sucede interior y exteriormente. Pero cuando miramos el mundo
de este modo, vemos que no hay un proceso exterior y otro interior, hay un
movimiento total y unitario de la vida. De eso se trata, de ser capaces de
observar el todo con claridad. Así nadie necesita decirle cómo ver. Simplemente
vemos.
Vivimos en un mundo confundido
y lleno de conflictos, ese mundo no dista de cómo vivimos cada uno de nosotros.
Acaso es el reflejo exacto de nuestra escencia, y es ella la que da la cualidad
total de nuestra sociedad.
Es un mundo que prioriza lo
util, lo externo, y como tal responde
con eficacia mecanica a los retos de cada dia.
Somos indiferentes al mundo y a
lo que está sucediendo. Estamos consumidos por nuestros propios placeres y
deseos. De modo que no importa lo que suceda, en tanto nos sintamos
satisfechos.
Cualquier revolución exterior,
ya sea económica, política, solcial, religiosa o técnica, no tiene el más
mínimo sentido si no hay revolución interior. Esa revolución externa es una
reacción y una reacción es una continuidad modificada de lo que ha sido. Un
cambio sólo sobre la superficie, una modificación o cambio en el patrón.
“Mi problema” se vuelve en lo mas importante, porque es “mio”. Ese pequeño
problema absorve y disipa la tremenda energía con la que contamos, la limita.
Estamos en una realidad que
incluye cosas ilusorias que cobran gran importancia y tapan lo real, lo que es.
Nuestra vida es una repetición
de habitos que generan confusión y conflicto. Cuando vemos todo lo que produce
(pena, soledad, aburrimiento, agotamiento,etc.), buscamos escapes (creencias,
ciencia, diversiones, politica, etc.). Esos escapes nos generan sensaciones
positivas que el pensamiento proyecta hacia el futuro y persigue. Esa persecución
vuelve a transformarse en un hábito, una
rutina que vuelve al conflicto inicial. Es un circuito cerrado, encerrado en si mismo,
aislante, separatista.
Estamos subidos a una calesita, que gira y no para, no va a
ningún lado. El centro de la calesita es el “Yo”, es la suma de experiencias en
la memoria. De experiencias propias,
siempre del pasado, propias y las de toda la humanidad a lo largo de su historia.
Lo grave es que no solo estamos
girando en la calesita, sino que creemos que podemos avanzar posiciones dentro
de ella. Asi, nos vamos adelantando al “caballito” de adelante.
Debemos romper con el motor que
hace girar a esa “calesita”. Para eso, primero debemos comprender como
funciona, y eso requiere gran atención.
Ese proceso es el pensamiento y
es el responsable de la generación de conflictos y división permanente en la
que están sumidas todas nuestras relaciones.
El pensamiento es una reacción
de la memoria. Sin memoria no es posible
ningun tipo de pensamiento. Es una reacción a memorias, tanto dolorosas como
placenteras. El conjunto de esas memorias constituyen su producto mas
elaborado, su fragmento principal y
censor, el “Yo”.
Si fuesemos capaces de entender
todo este proceso generador de ilusiones, conflicto y división, de verlo con
claridad, no solo intelectualmente, sino
en lo mas profundo de nuestro ser, el cese de todo conflicto sería
instantaneo. La eliminación de todas
esas ilusiones, y de la principal que es el “yo”, su ausencia en la percepción da lugar a que “lo que es”, la verdad, Dios, lo
infinito o como quieran llamarlo se
revele.
Lo importante es el sentimiento
de responsabilidad humana total, la percepción de la poderosa actividad del
pensamiento personal desesperadamente necesitado de permanencia y continuidad,
y un darse cuenta (aunque sea a intervalos, pero sin duda alguna) de la
condición ilusoria del “YO” y su peculiar tiempo psicologico. Todo esto debe
constituir el interés fundamental, y principal de nuestra
exsitencia. El caos del mundo es la proyección del caos individual.
Hemos afinado nuestra
estructura ideológica para justificar el mal. El ser humano ya no importa, lo
importante son las ideas y sistemas, y nuestras acciones están basadas en
ellas. Al igual que las ideas, hoy preponderan los valores materiales y de status
social, por lo que somos capaces de destruirnos unos a los otros.
Esta es una crisis sin
precedentes, y por lo tanto requiere acciones sin precedentes (no basadas en
ideas o sistemas). Acciones que transformen radicalmente psicológicamente al
hombre ahora (no mañana), a través solo del conocimiento propio (no a
través de organizaciones ni gurúes).
Ver la totalidad
requiere seriedad, no la seriedad de la cara larga, sino la seriedad de lo que es urgente y necesario.
Con la misma urgencia y necesidad con la que usted actúa cuando está frente a
un peligro concreto (una vibora o el precipicio). Cuando existe tal seriedad,
usted no piensa, no idealiza ni teoriza, ese mismo ver con seriedad es acción.
No tiene sentido escaparse y
discutir sobre abstracciones, como Dios, la Eternidad , etc. , en la
medida que la mente es la fuente del conflicto. Lo que es, es el conflicto, y eso es lo que debe ser
comprendido en el viaje que emprendemos juntos en este blog.
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